Una estación breve e intensa en colores y cambios del paisaje lonquimayino. Las cortinas de álamos habituales en los valles de la comuna empiezan a mostrarse amarillas. Pronto el viento barrerá las hojas de los árboles, siendo las de la lenga las últimas en caer con el amarillo rojizo característico e intenso que aparece entre los bosques de araucarias.